martes, 30 de marzo de 2010

Dedicada al hombre que brilla con luz propia.


Esta semana ha sido un ir y venir de encuentros, por los pasillos, a las horas del café…
Estábamos rodeados de gente, voces, ruidos…, aunque para nosotros solo existíamos nosotros…
Si pudiste leer mi mente, mi mensaje fue:


Hecho de menos
La caricia de tu mirada
El suspiro con nostalgia que me provocas
La fragancia que flota en tus palabras
La ternura que me inspiras cuando me miras
Tu amistad por siempre me llega, me llena
Me enriquece y me protege.