
La vida se mueve. Y hay que estar en esa corriente. Lo que quizás te parece un fin de trayecto cuando llegas compruebas que era sólo una modesta loma. Y habrá que seguir caminando. Vivir es eso. No te podrás quedar ahí, si no la vida se estanca. Es como ir subiendo la montaña y darte cuenta que cuando has llegado a aquellas lejanas nubes en lo alto de la cumbre no son más que humo que se deshace en tus manos.
Y habrá que seguir caminando.
Josep Amat - Conciencia sin fronteras.